Una campana extractora consta de tres componentes principales: una falda o panel de captura para contener el aumento de los gases, uno o más filtros de grasas, y un ventilador o un ventilador tangencial de ventilación forzada.
Hay 2 aplicaciones principales de las campanas de aspiración: conductos (o ventilación), y de recirculación. En una aplicación de conductos, el cuello de salida del motor del ventilador de la campana extractora está conectada a un sistema de conductos, que termina fuera de la residencia. En una aplicación de secreción interna, un filtro de carbón activado se utiliza para eliminar el olor y las partículas de humo en el aire, antes de soltar el aire limpio de nuevo en el ambiente de la cocina.
Una aplicación de conductos general, es preferible, ya que permite la eliminación de todas las formas de contaminación del aire, mientras que el uso de secreción interna recircula el calor y la humedad en el ambiente de la cocina. Además, una aplicación canalizada elimina la necesidad de sustituir los filtros de carbón en forma regular, y evita la restricción de circulación de aire (y la consiguiente pérdida de poder) por la colocación de filtros de carbón. Sin embargo, algunos ambientes de la cocina no permiten conductos de aplicación, debido a la falta de espacio o de capacidad de instalar un sistema de conductos.
Casi siempre incluyen iluminación integrada (incandescentes, fluorescentes o halógenas) para iluminar la superficie de cocción. Además, algunos fabricantes ofrecen los accesorios correspondientes, tales como: paneles de salpicaduras, estanterías, bastidores para platos, y otros accesorios, permitiendo una mayor flexibilidad de diseño.
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